jueves, 27 de marzo de 2014

Una visión fotográfica del Prerrafaelismo: Modern Photographers.

Ayer tuve el placer de descubrir gracias a Guillermo Solana (director artístico del Museo Thyssen) en su Twitter que el próximo verano la institución albergará una exposición cuya figura principal será Sir Lawrence Alma-Tadema. Tras soltar el notición de la manera más casual posible (pidiendo ayuda para nombrar la muestra, implicando a sus seguidores en su trabajo), me dio mucha lástima descubrir que hay mucha gente que no conoce no ya a Alma-Tadema, sino a los maestros Prerrafaelistas (o Prerrafaelitas), un grupo de artistas muy influyentes (y peculiares) del siglo XIX inglés. Como el museo ha de ser un lugar que promueva el (auto)aprendizaje, creo que esa exposición será todo un éxito.

Este grupo de artistas es uno de mis predilectos, lo confieso, y su sensibilidad forma parte de mi esencia. Por ello, quería acercároslos un poco más si no los conocéis, y qué mejor manera de hacerlo, que con uno de mis proyectos fin de máster: Modern Photographers.

Modern Photographers nació como resultado de la unión de dos de mis grandes (como sabéis) pasiones: Fotografía y Arte. El proyecto, dividido en tres series de fotografías que retoman temáticas lárgamente tratadas por los pintores ingleses decimonónicos, recibió ese nombre haciendo un guiño a la obra Modern Painters (1843), escrita por el crítico de arte John Ruskin, una figura muy vinculada con este grupo de jóvenes artistas. En su escrito, Ruskin afirmaba la superioridad de los pintores de su época, que habrían dejado atrás a los pintores antiguos. Pronto se convirtió en un libro canónico, una guía para los artistas jóvenes, que querían ejercer su don lo mejor posible. Esta obra fue la que inspiró a los iniciadores del Prerrafaelismo para crear su propia revolución artística.

Me gustaría recalcar que la idea original del proyecto no consiste en copiar los cuadros fielmente, sino recrear la sensación de cada obra: el objetivo es que, cuando se observen mis fotografías, el espectador piense en el cuadro que representan (algo parecido a lo que consiguió Marina Abramovic con su Pietá). Un objetivo ambicioso (no sólo por un presupuesto inexistente), pues no todas las obras son conocidas, y por ello tengo que mostrar ambas imágenes (la mía, y la de los maestros ingleses) juntas.



Sin más, os dejo con las tres series, deseando despertar vuestra curiosidad, y que os sumerjáis en este maravilloso mundo de ensueño que nos legaron los Prerrafaelistas.

Serie Fantasías y Leyendas.


  • La Luz del Mundo. Fotografía inspirada en William Holman HUNT, The Light of the World (1853-54). Óleo sobre lienzo, 125 x 60 cm. Manchester City Art Gallery.




  • Beata Beatrix. Fotografía inspirada en Dante Gabriel ROSSETTI, Beata Beatrix (1864-70). Óleo sobre lienzo, 86 x 66 cm. Tate Gallery, Londres.






  • Pandora. (I) Fotografía inspirada en Dante Gabriel ROSSETTI, Pandora (1878). Tiza (¿pastel?), 100'8 x 66'7 cm. Lady Lever Art 
  • Gallery, Liverpool.





  • Pandora. (II). Fotografía inspirada en John William WATERHOUSE, Pandora (1896). Óleo sobre lienzo, 152 x 91 cm. Lord Lloyd-Webber Collection (Colección Particular).



  • Juana de Arco. Fotografía inspirada en Dante Gabriel ROSSETTI, Joan of Arc (1882). Óleo sobre tabla. 50'8 x 45'5 cm. Fitzwilliam Museum, Cambridge.




  • El Círculo Mágico. Fotografía inspirada en John William WATERHOUSE, The Magic Circle (1886). Óleo sobre lienzo, 127 x 183 cm. Tate Gallery, Londres.




  • Ofelia. Fotografía inspirada en John William WATERHOUSE, Ophelia (1889). Óleo sobre lienzo, 96'5 x 157'4 cm. Colección Privada.





  • Boreas. Fotografía inspirada en John William WATERHOUSE, Boreas (1902). Óleo sobre lienzo, 94 x 69 cm. Colección Particular.




  • El Sueño de una Noche de Verano. Fotografía inspirada en Edward Robert HUGHES, Midsummer Eve (1908). Acuarela sobre papel, 114'3 x 76'2 cm. Colección Particular.





Serie La Femme Fatale.





  • Iraia (Amante de los Sueños). Fotografía inspirada en Dante Gabriel ROSSETTI, Aurelia (Fazio's Mistress) (1863-73). Óleo sobre tabla de caoba, 43'2 x 36'8 cm. Tate Gallery, Londres.





  • La Sombra del Amor. Fotografía inspirada en Anthony Frederick Augustus SANDYS, Love's Shadow (1867). Óleo sobre tabla, 40'6 x 31'8 cm. Colección privada.




  • El Espejo. Fotografía inspirada en Frank DICKSEE, The Mirror (1896). Óleo sobre lienzo, 118'1 x 95'3 cm. Colección Particular.




Serie Retratos.

    • Julián Alberto Martín. Fotografía inspirada en John Everett MILLAIS, John Ruskin (1853). Óleo sobre lienzo, 78,7 x 68 cm. Colección particular.



    • Sueño Etílico. Fotografía inspirada en Henry WALLIS, The Death of Chatterton (1855-56). Óleo sobre lienzo, 62'2 x 93'3 cm. Tate Gallery, Londres.





    • La Muchacha Ciega. Fotografía inspirada en John Everett MILLAIS, The Blind Girl (1856). Óleo sobre lienzo, 82'6 x 62'2 cm. Birmingham Museums and Art Gallery.



    • Retrato de Sheila (inmersa en un mundo mágico). Fotografía inspirada en Edward Coley BURNE-JONES, Portrait of Katie Lewis (1886). Óleo sobre lienzo, 61 x 127 cm. Colección Privada.





lunes, 24 de marzo de 2014

De cómo adentrarse en el mundo de la fotografía 2.0 y no morir en el intento...(I)

Hoy en día vivimos rodeados de imágenes, y muchas de ellas las tomamos con nuestros smartphones. Estamos acostumbrados a las selfies y a los filtros de Instagram, pero, ¿hay algo más además de eso? ¡Por supuesto!

El mundo de la fotografía móvil, y de las redes sociales fotográficas (pensadas para "smartphonography" o para una fotografía más tradicional) es tremendamente prolijo, y un gran campo de cultivo para desarrollar la creatividad de cada uno. Hay mil y un (o más) debates al respecto, y a veces ni los expertos se ponen de acuerdo en si esto es positivo o no: licencias, apropiación indebida... hasta se critica la bajada de calidad (intelectual y técnica) de las fotografías que se comparten en la red. Tampoco hay consenso con el uso de smartphones para hacer fotografía artística y/o profesional.

En mi humilde opinión, creo que aunque esta democratización de la fotografía tiene sus contras, también tiene muchos pros, y conociendo bien lo que tenemos entre las manos, podemos sacarle mucho jugo. Pero quizá empezar en este mundo es un poco caótico, y por eso quería compartir las mejores (a mi entender) redes sociales dedicadas a la fotografía, así como una lista de las app que me parecen más útiles a la hora de editar fotos en vuestros dispositivos móviles (en un futuro post).

Redes Sociales:

Sí, son redes sociales, puesto que permiten seguir a otros usuarios, tienen notificaciones, y facilitan la comunicación entre fotógrafos. No son, por tanto, meros bancos de imágenes. Pero tienen más características en común: permiten el etiquetado y catalogación de tus fotos, tienen (al menos algunas) un apartado para vender las fotos, suelen tener diferentes comunidades más pequeñas centradas en temáticas, etc. Sin más, os dejo mi "personal 5", aunque hay dos redes sociales por antonomasia en esto de la imagen (Instagram y Pinterest) de las que hablaré específicamente en futuros posteos.

1.500px. Dentro de las redes sociales fotográficas de gran consumo, 500px es, a mi parecer, la más profesional y donde podemos encontrar las fotos de mayor calidad. Es un maravilloso recurso no sólo para compartir nuestras fotografías (eso sí, quizá esté más pensada para las fotografías tomadas con una réflex), sino que también lo podemos usar para ver tendencias y sacar ideas (que no copiar) en las que inspirarnos. Esta web nació en 2009, y dos años después ya alcanzaba los 3 millones de usuarios registrados. La revista TIME situó su blog, de hecho, entre los 25 mejores del año 2012, gracias seguramente a su gran labor de divulgación del trabajo de grandes fotógrafos contemporáneos, así como de interesantes tutoriales. No es tan conocida como otras, pero ya os digo, para mi gusto, es la que gana por goleada por el rigor y seriedad de sus usuarios. A pesar de no permitir colocar las fotos en carpetas, y pecar a veces de extrema sencillez, es muy intuitiva y útil, y permite ver las imágenes en buena calidad, por lo que es un gran porfolio online para todo fotógrafo.


1. DeviantArt. Quizá no es la más canónica dentro de las redes sociales dedicadas a la imagen, pero yo la tengo especial cariño por haber empezado mi camino en esto de la fotografía 2.0 en ella. DeviantArt no es una comunidad por y para fotógrafos, sino que tiene un sinfín de categorías artísticas. Es una comunidad de reunión para creativos de todo tipo: fotógrafos, diseñadores, artesanos, tatuadores, escultores, ilustradores, y un largo etc. La subida de las imágenes es un poco más engorrosa, pero a la vez se puede personalizar mucho, además de permitir compartir tu foto en diferentes grupos de temática común. De nuevo, un buen lugar para tener tu porfolio mientras buscas inspiración.

3. Flickr. Posiblemente la más conocida y veterana de las redes sociales dedicadas a la fotografía, y una muy buena manera de compartir tus imágenes en alta calidad. Su diseño es mucho más tosco que el de las dos anteriores, pero a su vez es mucho más intuitivo y fácil de usar a la hora de subir imágenes. Además, uno de sus puntos fuertes es su gran aplicación para móviles, que permite compartir imágenes de manera muy cómoda y rápida, siguiendo la estela de Instagram (sí, con filtritos y todo, que seguro que más de uno se alegra de saberlo). Personalmente, es la mejor opción (junto con EyeEm) para compartir fotografías artísticas tomadas con tu smartphone. Eso sí, la polémica está servida con esta comunidad, pues recientemente ha anunciado que dejará de funcionar con direcciones que no pertenezcan al dominio de Yahoo!. Bajo mi punto de vista, una mala jugada. Pero, a favor (de nuevo) de esta red, es una gran herramienta para el marketing online de marcas y el SEO. Una gran red social a tener en cuenta ;)

4. Behance. Una comunidad pensada por y para profesionales de la imagen y el diseño (es tan pro, que hasta te permite logearte con tu Adobe ID). Es posiblemente el porfolio online más potente que existe, y es muy útil para compartir proyectos ya cerrados, pues los álbumes están pensados precisamente para eso, permitiendo al usuario no sólo subir sus imágenes, sino también textos explicativos, así como vídeos. Además, tiene también un apartado de búsqueda de empleo (de hecho estuvo un tiempo vinculada a LinkedIn con una app para mostrar porfolios en dicha red profesional, así la conocí yo). Lamentablemente, en nuestro país no se usa mucho :(

5. EyeEm. He de reconocer que esta es la que menos conozco, apenas la usé cuando la descubrí, pero igualmente me parece que debe estar en mi top 5. EyeEm es posiblemente la competencia más fuerte de Instagram, al ser una red social pensada (al menos en principio) especialmente para fotografía con smartphones. No ha conseguido tener el calado necesario para desbancarlos, pero en el mundo de los fotógrafos profesionales, está mucho mejor vista. Es más seria y robusta, más propia de la filosofía profesional, y no tanto para compartir "el momento" (aunque captar "el momento decisivo" siempre debería ser el propósito de cualquier fotografía). Entre sus puntos fuertes, destaca su fuerte comunidad, en la que además de compartir fotos, puedes aprender de otros usuarios y de la propia página en sí. Tras la polémica que suscitó Instagram con el tema de los derechos de las imágenes, muchos fotógrafos profesionales, cansados de que se les toreara con este tema, se pasaron a esta (hasta entonces) prácticamente desconocida red social con app propia. Es una gran opción si quieres tomarte en serio esto de la fotografía con smartphones :D

Y hasta aquí, mis recomendaciones en cuanto a redes sociales fotográficas. Hay muchas más, por supuesto, y por ello os invito a compartirlas en los comentarios ;-)

miércoles, 5 de marzo de 2014

Amando a Mamá Naturaleza: Génesis, por Sebastiao Salgado

Antes de nada, me gustaría pediros perdón por mi ausencia este mes. Todos somos humanos (¡¡al menos así lo espero!!), y a veces nos dejamos llevar por nuestra humanidad, y nos sentimos abrumados. Febrero no ha sido un gran mes en lo personal, pero ya ha empezado Marzo, y las fuerzas se renuevan. Así que aquí estoy de nuevo al pie del cañón!! Gracias por esa espera paciente :)

Bien, después de esta intro un tanto personal, me voy a centrar en el tema de hoy. Desde que hace un par de semanas fui con dos grandes amigos fotógrafos a ver la exposición de Sebastião Salgado en el CaixaForum madrileño, he tenido en mente escribir mi opinión al respecto. Y ayer, leyendo (y llorando de la risa al hacerlo) la crónica de la misma escrita por los cachondos de Cienojetes (GRANDES), me dije: ¿qué mejor momento que este? Y heme aquí, con menos ironía que la que ellos muestran, pero dispuesta a daros mi opinión.

Para los que no conozcáis a Salgado, una brevísima biografía: fotógrafo brasileño (Aimorés, Minas Gerais, Brasil,1944) que, tras pasar su infancia y juventud ayudando a su familia en las labores de explotación de su hacienda en Brasil (y aprender, entonces, a amar la naturaleza, a caminar, a observar), y comenzar su vida adulta como economista de prestigio, decidió dejarlo todo y dedicarse a observar con detenimiento, a captar lo que su ojo ve a través del visor de su cámara. Se dedicó por entero a la fotografía, y a viajar. Todo un suertudo, Salgado, ¿no creéis?

La muestra que podemos ver en el CaixaForum nos enseña el último trabajo de Salgado, llamado Génesis, un trabajo que nos invita a reflexionar sobre los orígenes de nuestro planeta, mostrándonos algunas zonas vírgenes de cada continente, su flora, su fauna, y sus habitantes tribales. Se presenta, además, como una reflexión sobre la riqueza que estamos perdiendo en nuestro planeta, si bien es cierto que no nos muestra demasiados síntomas de la desaparición de la misma (algo que conformaría una verdadera denuncia, a mi entender). Esta crítica sería mucho más efectiva si mezclase imágenes de vida junto a imágenes de destrucción, pues no todo es tan bonito como él nos lo muestra.


Una buena presentación de lo que es la exposición nos la proporciona este video realizado por el diario Hoy es Arte:





He de decir que la exposición me entusiasmó, las imágenes son bellísimas: texturas, volúmenes, parece que puedas tocar cada duna, cada iceberg, cada rama de cada árbol, el pelaje de los animales... En ese sentido, es una exposición inmejorable. Además, como buena romántica, no podía dejar de ver en las fotografías la idea de lo Sublime, lo insignificantes que somos los humanos si nos comparamos con Mamá Naturaleza (como diría Baloo). Y es curioso pensar en que, a pesar de esa insignificancia, nos propongamos cargarnos nuestro entorno... y lo estemos consiguiendo.


Sebastiao Salgado © Génesis


Estoy segura de que los amantes de la Naturaleza, de la fotografía, hasta de la etnografía, van a disfrutar enormemente la muestra. Sin embargo, tiene una cosa que es a la vez muy buena, y muy mala: el elevado número de obras que nos acerca. Digo que es muy bueno, porque nos permite ampliar nuestra visión del mundo, nuestro conocimiento del mismo, disfrutando de bellas imágenes. Pero, a la vez, llega a saturar, y por eso es malo también. Tras pasar un par de horas en unas salas repletas de gente, con el calor seco de la calefacción, cargando con el abrigo y pensando en si sería adecuado quitarme alguna capa más de la cebolla que soy en invierno, las dos últimas partes de la exposición ni las disfruté. Sufrí el conocido Síndrome de Florencia, mi mente era incapaz de procesar más imágenes. Y parece que le pasaba a más visitantes, pues los bancos centrales estaban siempre llenos.


Imagen tomada mientras visitaba la muestra.


Otra de las críticas que comparto con los colegas de Cienojetes, es el tema de las cartelas, pero no es tampoco ninguna novedad, pues esa es la dinámica de las exposiciones que podemos ver en España: siempre textos largos, textos que empiezas a leer y al final acabas dejando a medias, o leyendo tan rápido, que no te enteras. Mi consejo: informarse antes de ir a ver la exposición, y allí simplemente disfrutar de las imágenes (consejo aplicable a toda exposición que vayas a visitar). Yo procuro leer siempre las cartelas, pues si voy a ver una muestra, es porque me interesa sacarle todo el partido posible, pero hay que reconocer que hay que tirar de fuerza de voluntad para leerse todo (aunque en este caso, todo sea dicho, sólo hay dos cartelas, pero la que finaliza la muestra ni me la leí). Los diseñadores de exposiciones deberían reflexionar al respecto...

Críticas negativas a parte, quiero recalcar mi recomendación: es una exposición que merece la pena visitar, preparándose antes, como decía. Quizá no sea su muestra más representativa, quizá la postproducción no sea la más acertada, pero yo la disfruté mucho. Quizá sea lo bueno de no conocer en profundidad la obra anterior de Salgado, y precisamente por eso pudiera disfrutar de la mayoría de las imágenes. Las composiciones, la manera de ver el mundo de este fotógrafo, su paciencia para conseguir la foto exacta.. qué queréis que os diga, yo me quito el sombrero. Ya me gustaría a mi llegar a parecerme en algo a este Maestro.




Sebastiao Salgado © Génesis

Para terminar, recomendaros, si no conocéis el edificio que contiene esta gran serie de imágenes, no dejéis de admirar las maravillosas escaleras (las cuáles os darán mucho juego si, como yo, sois fotógrafos o aficionados a la fotografía).


Escalera interior del CaixaForum Madrid. Blamara Photography (todos los derechos reservados)
Escalera de entrada al CaixaForum, Madrid. Blamara Photography (todos los derechos reservados)


Así que nada, id a verla, con calma, degustándola... y me contáis ;) Tenéis hasta el 4 de mayo para hacerlo.



P. D. Si sentís curiosidad por saber un poquito de la técnica de Salgado en este trabajo, Sergio Perea nos cuenta algunas cosas que el fotógrafo relató en la conferencia de inauguración.


P.D. 2. Un buen post informativo, con un pormenorizado análisis de la muestra (quizá demasiado entusiasta), nos lo proporciona Carlos Dorado. Un gran recurso para prepararse la exposición.